miércoles, 24 de octubre de 2007

Un poco de Ketchup, por favor


En un rato que tuve ayer me acerque a un bar a almorzar. Era la típica taberna española, con su barra llena de tapas, sus botellas de buen vino al fondo y el inconfundible jamón colgado del techo. Mientras me tomaba mi cerveza con unos torreznillos llego una familia con un niño, cada uno pidió su consumición y para el niño un pincho de tortilla. Me recordaba a cuando era niño. Cuando el chaval vio el apetecible pincho les replico como enfadado a sus padres y después de una breve discusión la madre llamó al tabernero. "Un poco de ketchup, por favor", y el niño se comió la tortilla tan feliz.

Cuando era niño (hace relativamente poco) a nadie se nos ocurriría poner ketchup en una tortilla, sería como estropearla. Pero hoy en día la cocina es multicultural, y las tiendas, y los coches... Es impresionante como mires a donde mires tienes productos de todas partes del mundo. Desde que se introdujeron las nuevas tecnologías hemos entrado en una nueva era, con sus ventajas, inconvenientes y sobre todo con sus trampas. Ya no compramos en el todo a cien, si no en los chinos; la dieta mediterránea se ha sustituido por comidas rápidas (hamburguesas, pizzas, etc). Podemos hablar con personas de todo el mundo a tiempo real, si hay algún suceso en la Conchinchina al poco rato se sabe en la Antártida.

Según oí el otro día la sociedad global es la sociedad de la información. ¿Seguro? Vemos tantas imágenes que en el fondo no vemos ninguna, tenemos tantísima información a nuestra disposición que estamos desinformados, cada día vemos tantas crueldades por televisión, internet o el medio que sea, vemos tantos sucesos impactantes, tantas barbaridades que ya ni nos quejamos, seguimos a nuestra bola, ya no sentimos. ¿O acaso alguno dejamos de comer cuando vemos una masacre en el telediario?

El mundo global tiene muchas ventajas, pero si es igual para todos. Seamos críticos y no nos dejemos llevar nunca. La publicidad esta hasta en la sopa para eso, y sin darnos cuenta nosotros mismos nos descubrimos como el niño disfrutando de una tortilla con ketchup.

No hay comentarios:

¿Que te ha parecido?