sábado, 4 de agosto de 2007

Moscas cojoneras


Hay una cosa que me pone de muy mal humor en verano, ¡las moscas cojoneras! Vayas donde vayas siempre te encuentras a una tocándote los cojones (como el propio seudónimo de dicha mosca indica). Es un tipo de insecto inmoral, que hace el mal por hacer el mal y que cuanto más pueda joderte más te jode. Ejemplo: estas tranquilamente dormido, recuperándote de la larga noche de fiesta pasada y en un sueño del que no te querrías despertar jamás. Justo en ese momento comienzas a oír zumbidos que pasan de un lado a otro hasta que derrepente cesan y comienzas a notar un cosquilleo por tu nariz. Todo cabreado intentas matarla consiguiendo únicamente darte un manotazo y despertarte. La mosca ha logrado su objetivo: hacer lo que más te podría fastidiar en ese momento.

¡Pero esto se va a terminar! Los humanos somos más listos que las moscas cojoneras y, arto del olor del matamoscas y de no tener el aparato para matarlas a mano cuando es necesario, he aprendido dos técnicas muy eficaces para cargarselas o para, por lo menos, devolverlas el sufrimiento producido:

1ª-Cuando una mosca cojonera esta tranquilamente apoyada sobre una superficie horizontal se da una palmada tres centímetros por encima de ella. No falla, caen redondas.

2ª-Hacercarse LENTAMENTE con la mano por detrás suyo. Cuando estás a cinco centímetros o menos aumentas la velocidad y cierras el puño. Si notas un cosquilleo dentro significa que has logrado tu objetivo: atrapaste a la mosca cojonera. Ahora lo que tienes que hacer es agitar fuertemente y lanzarla con todas tus fuerzas contra el suelo. Quedará tumbada intentando levantarse. Si quieres quitarla el sufrimiento pisala y se acabo. Si por el contrario deseas joderla igual que ella hizo contigo dejala, sabes que no volverá.

Quizás penséis que vaya asqueroso o vaya crueldad, pero en este caso (y que no sirva como antecedente) el fin justifica los medios.

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