lunes, 16 de julio de 2007
La fuerza de la vejez
Hay días en los que la vida te sigue dando grandes lecciones sin que te lo propongas y hoy es uno de esos días. Creo que no valoramos lo suficiente el trabajo de nuestros mayores y de nuestros antepasados, gente que aprendió a base de sudor, esfuerzo y manos completamente encalladas.
Mientras me pasaba la tarde cavando a pico y pala hoyos para plantar arboles ya crecidos y con mucha raíz pensaba estas palabras. Personalmente hasta ahora veía a los todos ancianos que hay por nuestras calles con sus grandes manos y me daban en parte pena por no haber tenido las oportunidades que disfrutamos nosotros hoy en día y haber tenido que trabajar desde pequeños en penosos trabajos.
Ahora esas personas me llenan de admiración, como sin tener estudios, pasando hambre, guerras y miles de penas consiguieron sacar a sus familias adelante, mediante picos, palas, arados, trillos, etc...Ahora creo que se merecen toda nuestra gratitud.
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